Por vos, por ellas y por nosotras: #NIUNAMENOS
Hace cuatro años que decidimos salir a las calles por todas
aquellas vidas que se llevó el patriarcado. Hace cuatro años que expresamos unión
a través de marchas multitudinarias en todo el país, levantando carteles con
sus nombres y rostros para que nunca olviden lo que nos hicieron.
Nuestros gritos desesperados de ayuda necesitan ser
escuchados de manera urgente, ya que desde el 2015 al día de hoy los femicidios
no pararon. Hoy conocemos una cifra total de 1193 mujeres asesinadas en manos
de la violencia machista que no da señales de cesar.
Las cifras del 2018 dejan más que claro el tipo de sociedad
en la que vivimos, 278 femicidios por años es un número que lastima, que hiere,
que hace que como mujer te preguntes si no vas a ser una de las que sume ese
marcador el próximo año.
Resulta totalmente inconcebible que las mujeres debamos
luchar y reclamar por algo tan simple como dejarnos vivir. Es por esto que pedimos
libertad y, por supuesto, una y otra vez el fin de la violencia hacia nosotras.
A través de esta insaciable lucha, las mujeres recorremos un
camino que tiene como destino idóneo un final feliz para todas. Un final lleno
de vida, sin dolor ni lágrimas. Sin la pérdida de una hermana cada 30 hs. Pero
es un camino que tenemos que ir construyéndolo aportando entre todxs.
Ya no estamos en condiciones de “no meternos”. No podemos mirar hacia otro
lado cuando vemos todo tipo de abusos en ámbitos en los que nos encontramos; no
podemos hacer oídos sordos a los gritos de una vecina o a los llantos de una
amiga que te cuenta su situación.
Dejemos de encubrir a criminales, portadores de violencia y
asesinos, no confundamos amor con obsesión ni al acoso como halago.
No tengamos miedo de decir que NO, ni mucho menos de hablar
sobre lo que nos pasa.
Han pasado cuatro años desde el hartazgo, desde aquel día
que nos pusimos de pie y pedimos: NO MÁS. Cuatro años del comienzo de este
recorrido en el que las mujeres argentinas seguimos caminando. Lamentablemente,
algunas se perdieron en el camino, porque la violencia machista nos las dejó
seguir, pero el resto continúa avanzando, más firmes que nunca, por aquellas
que nos toca honrar, cuidar y rescatar.
Con solo tres palabras en una frase, las mujeres logramos
cambiar la mirada de miles de integrantes del país, y en cada punto, en cada
provincia, miles de mujeres desparramando el color morado se levantaron, otra
vez, y clamaron entre amargura y dolor: NI UNA MENOS.
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